sábado, 24 de mayo de 2014

Arte quizá

    En 2010 numerosas calles del casco histórico aparecieron renombradas de forma anónima con frases. Los rótulos, simulación perfecta de azulejos realizada en papel, están por todas partes. Desde el Portillo a la Calleja de la Luna, el Realejo, la Cruz del Rastro o la calle Cardenal González. Dicen cosas, en principio, absurdas como "Yo paso", "Topalante", "Sigue buscándome", "Por aquí podemos atrochar", "En tu casa", "O en la mía", "El quinto pino", "Dónde vas"... Pero seguramente todos los que hemos pasado por allí le hemos intentado dar un significado, creyendo que era su verdadero nombre. Ayuntamiento, Junta, Capitalidad o Cosmopoética no tuvieron nada que ver con esta iniciativa, por lo que solo queda la posibilidad de que se tratese de provocador urbano, un artista empeñado en dejar su huella en las calles o interesado en causar alguna reacción entre los viandantes, en este caso, a través de la palabra.


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